Mucha gente que me ha conocido a lo largo de mi carrera profesional dentro del mundo de la hostelería. Me acaban preguntando ¿cómo es que te dedicas al vino?
Pues me dedico al vino por necesidad básicamente. En el año 2017 entre como camarero en un restaurante bastante famoso en Barcelona y al poco tiempo por necesidad, por exigencias, por emergencias acabé siendo el director del restaurante con una bodega de más de 1500 referencias. Vinos que jamás había oído hablar de ellos o referencias de precios astronómicos. Y me ofrecieron el reto de gestionar dicha bodega.
No sé muy bien si por osadía. Por inquietud. O por querer mejorar profesionalmente, decidí aceptar dicho reto. Y me puse en contacto con el comercial de mi distribuidor de vinos, para preguntarle dónde había estudiado Sumillería ¿Qué escuelas podía estudiar sumillería y qué bodegas debía visitar? Gracias Cristian.

Fue la primera bodega que visité. Sin haber empezado a estudiar sumillería. ¿Y qué deciros? La visita fue mágica, estuve 7 horas atendido por Joel. ¿Y al acabar la visita? Decidí matricularme en la escuela de superior de Sumillería del CETT.
Literalmente, al día siguiente me fui a la escuela y rellené la solicitud para matricularme. De esto hace casi 5 años. A día de hoy tengo 3 títulos de Sumillería y 1 de Coctelería. Es por eso por lo que mi primer artículo va dedicado a esta bodega. Gente que ama su trabajo. Gente con vocación. Gente humilde, trabajadora. Todos ellos. Mi primer artículo que voy a escribir en esta web se lo dedico a la bodega Tomás Cusiné.


Gracias Joel. Gracias Dàcil. Gracias Xavier. Y gracias familia Cusiné.

Tomás Cocine es un empresario viticultor que actualmente es propietario de las bodegas Tomas Cusiné, Castell del Remei, Cérvoles, Cara NordServo, a finales de los 90, en el año 97, adquiere Cérvoles . Donde en el 2003 decide emprender su proyecto personal, en su pueblo, Vilosell. Actualmente elabora en costers del Segre, Conca del Barberà y Montsant, pero para mí es excepcional cómo conoce su denominación de origen, es un experto. Un maestro en el ensamblaje, coupage de vino. Lleva más de 30 años dedicado a esta profesión y es una de las bodegas más diferenciales del país con casi un millón y medio de botellas, exportando casi el 50% a más de 40 países alrededor del mundo.
No quiero profundizar en sus técnicas vinícolas, puesto que os recomiendo que visitéis la bodega. Pero sí que voy a hacer especial mención en su espíritu innovador. Tiene todas sus parcelas y sus parcelas bien estudiadas. Son 30 hectáreas de viñedo, gestionado de manera ecológica y sostenible, con abonos orgánicos, cubiertas vegetales y mínimos tratamientos de azufre y cobre. La inquietud y el constante estudio de su Terroir hace que actualmente tenga plantadas 17 variedades. Con las cuales, según las condiciones climáticas y suelos, le permiten estar constantemente innovando, desarrollando nuevas vinificaciones, nuevos vinos.